sábado, 1 de noviembre de 2014

ADAPTACIÓN DEL CUENTO “TODO TIPO DE PIELES”

Érase una vez, en un lugar muy lejano, un reino lleno de paz y armonía cuyos reyes vivían dichosos y felices. El rey estaba plenamente enamorado de la reina ya que no existía otra mujer más bella ni personalidad más hermosa que la suya. Pero esta felicidad se vio truncada por la enfermedad de la joven reina y su rey quedó sólo y desdichado con la muerte de su esposa. Triste y desolado el joven rey no encontraba consuelo y pasaban los años sin querer conocer a mujer alguna. El futuro del reino peligraba sin herederos y el rey sabía que debía volver a casarse y tener descendencia, pero no había nadie tan bella y hermosa como lo fue la reina y los recuerdos todavía perduraban en su memoria.
Pero un buen día el rey observó la silueta de una joven en los jardines de palacio, era tan bella como la reina. Apresurado el rey corrió a su encuentro y su sorpresa fue mayúscula cuando se encontró con la hermana pequeña de su esposa, la princesa Beatriz. Hacía muchos años que no la veía, ya era toda una mujer, y el rey  quedó prendado con tanta belleza.
La visita de la princesa devolvió al rey la alegría y la ilusión pensando en un futuro próspero casándose con ella. La princesa no quiso oír hablar de matrimonio, se casaría con un hombre al que amara y del que se enamorara, no con el que había sido el esposo de su hermana. La princesa asustada por la decisión tomada por el rey pensó en pedirle un regalo de compromiso, un regalo que le costara tanto encontrar que nunca pudiera cumplir, evitando con ello el matrimonio:
-      Quiero tres vestidos -dijo la princesa-; Uno tan dorado como el sol, otro tan plateado como la luna y un tercero tan brillante como las estrellas. Además si quieres que me case contigo deberás traerme un abrigo confeccionado con lana de los animales más bellos del mundo.
El rey mandó a sus doncellas tejer los tres vestidos con sedas, brillantes y piedras preciosas y mandó a sus siervos recorrer todos los reinos en busca de lana de los animales más bellos del mundo. Pasaron los años y la princesa se alegraba de que el rey todavía no tuviera listos sus regalos, pero un buen día el rey la hizo llamar:
-      Aquí tienes los regalos que pediste; un vestido tan dorado como el sol, otro  tan plateado como la luna y un tercer vestido tan brillante como las estrellas. Y por último Princesa…. ¡aquí está el abrigo que tanto deseabas!, un abrigo de lana de los animales más bellos del mundo. Ahora nos podemos casar, mañana anunciaremos nuestro compromiso.
Beatriz no pensó jamás que el rey lo consiguiera y subió a sus aposentos desconsolada pensando qué hacer para evitar el matrimonio. Cogió todos sus regalos, el vestido tan dorado como el sol, el plateado como la luna y el brillante como las estrellas. Se enfundó su abrigo elaborado con todas las lanas de los animales más bellos del mundo y marchó del reino huyendo de su destino. Caminó y caminó hasta el amanecer, se refugiaba por el día y durante la noche marchaba cada vez más lejos escondiéndose de todos.
La princesa aprendió a sobrevivir, se alimentaba de lo que el medio le proporcionaba, dormía entre los árboles acurrucada entre la maleza, bebía del agua de la lluvia y de los ríos, se hizo una verdadera experta en los sonidos del bosque y de la noche. Aprendió de los animales y llegó a conocer las propiedades curativas de las plantas. Su aspecto cambió considerablemente, el pelo enmarañado, la suciedad de su piel, el cansancio y el abrigo de lana le hacía parecer todo menos una mujer bella y hermosa como lo era antes.
Pero un buen día, cuando el cansancio se apoderó de la princesa y se durmió profundamente, un silbido la sorprendió en la madrugada y despertó acalorada observada por un par de perros que la olisqueaban todo el cuerpo. Mientras una voz a lo lejos decía:
-      ¿Qué estáis oliendo?, ¿qué habéis encontrado que tanto os llama la atención?,  ¿quizás un animalillo herido?
-      ¡Dejadme! -dijo la princesa-, sólo quiero estar sola, ¡volved con vuestro dueño!
El príncipe Carlos apareció entre la maleza detrás de sus perros de compañía con los que salía a caminar cada mañana. Se acercó lentamente y no dio crédito de lo que estaba viendo, un ser indefenso, con un abrigo de lana muy particular y que hablaba como una muchacha. El príncipe hizo que sus acompañantes se encargaran de ella, que recogieran sus cosas y la llevaran a palacio.
Beatriz agradecida por la acogida del príncipe se dedicó a sus labores asignadas como ayudante de cocina, siempre con su abrigo de lana para intentar pasar desapercibida, con las manos y las mejillas tiznadas de carbón de la leña de los fogones disimulando su belleza aún patente bajo su abrigo. Ella no quiso dar su identidad por miedo a ser devuelta a su reino y tener que casarse con el rey, así que todos la llamaron “abrigo de lana”.
“Abrigo de lana” preparaba el caldo del príncipe cada noche y se lo subía a sus aposentos. Entre la penumbra a la luz de las velas le observaba, y pensaba que era un hombre muy atractivo, apuesto y bondadoso que jamás repararía en ella como mujer. Pasaban los días y el interés hacia el príncipe aumentaba,  veía cómo se preocupaba por sus trabajadores, cómo sonreía, cómo cuidaba a los suyos, siempre tan galante que robó el corazón de la princesa.
Un buen día el príncipe organizó una fiesta, tres días de baile, con objeto de conocer a todas las damas del reino para encontrar una mujer con la que poder casarse, formar una familia y dotar al reino de un futuro heredero al trono. “Abrigo de lana” pidió al cocinero poder acudir al baile, en un principio se negó, pero era tanto el cariño que la tenía que no pudo decir que no. Pensó  que de cualquier modo pasaría desapercibida entre tanta dama.
-      Lo único que te pido es que estés en las cocinas a tiempo para hacerle el caldo al príncipe. -dijo el cocinero-.
-      Por supuesto, muchas gracias, no te fallaré-dijo “abrigo de lana”-.
Esa misma noche “abrigo de lana” se aseó, se arregló su pelo y se vistió con uno de los vestidos que el rey le regaló como regalo de compromiso, el vestido tan dorado como el sol. Se presentó en el baile y el príncipe al verla cayó prendado de su belleza, pidió bailar con ella y pasaron casi toda la noche juntos. Cuando se acercó la hora de preparar el caldo “abrigo de lana” marchó dejando al príncipe con la duda y el misterio de su verdadera identidad. Se cambió rápidamente y bajó a las cocinas tiznándose la cara y las manos. Preparó el caldo al príncipe y “abrigo de lana” dejó caer en el bol un botón de su peculiar abrigo. El príncipe se tomó su caldo y en la última cucharada observó un botón. No reparó en él, pensó que había sido un despiste del cocinero y centró sus pensamientos en la bella dama de la fiesta.
Al día siguiente “abrigo de lana” volvió a vestirse, esta vez con el vestido tan plateado como la luna, se peinó y arregló como nunca lo había hecho antes. En el baile causó sensación y el príncipe quiso estar más tiempo con ella. Todos los presentes cuchicheaban:
-      ¿Quién será esa bella mujer que tiene a nuestro príncipe encandilado? No parece ser de la casa de los Austrias ni de los Borbones- decían las damas del reino.
Como el día anterior “abrigo de lana” se disculpó ante el príncipe y marchó dejándole de nuevo con la intriga de sus orígenes.  Preparó el caldo y dejó caer el segundo botón de su abrigo. Subió a los aposentos del príncipe y esperó, como todas las noches, a que se terminara el caldo. Cuando estaba a punto de dar el último sorbo, el príncipe encontró de nuevo un botón. Esta vez sí que se sorprendió:
-      ¡Otra vez un botón!, ¿sabes tú algo de esto, “abrigo de lana”? Tendré que hablar seriamente con el cocinero- dijo el príncipe- . Mañana le haré llamar y me tendrá que dar una explicación.
Al día siguiente, con los nervios del baile, al príncipe se le olvidó hablar con el cocinero y estuvo todo el día supervisando la organización de la fiesta. Al atardecer, “abrigo de lana” se volvió a preparar para el baile, esta vez se vistió con el vestido tan brillante como las estrellas.
De nuevo bailaron y bailaron toda la noche pero la princesa no le decía, por miedo a ser devuelta con el rey, quién era y de dónde venía. El príncipe pensaba que esta vez no podía tener ninguna excusa para abandonarle en la fiesta, estaban tan a gusto juntos que no querían separarse el uno del otro. Aprovechando un momento en el que el príncipe saludaba a sus invitados, “abrigo de lana” salió de la fiesta y se cambió de ropa tiznándose manos y cara de nuevo.
Se había retrasado mucho y llegaba tarde a la cocina, pero le dio tiempo a preparar el caldo, esta vez dejó caer el último botón de su abrigo. Cuando el príncipe observó a “abrigo de lana” en la puerta de sus aposentos reparó en que esta vez el abrigo dejaba entrever su figura. Con el bol entre sus manos vio un botón en su interior, un tercer botón. Su corazón palpitaba más rápido y fuerte que nunca. Miró fijamente a la chiquilla que había estado con él cada noche en la penumbra y fue ese momento en el que supo quién era realmente. Se acercó lentamente hacia ella mientras  “abrigo de lana” intentaba no ser vista por la luz de las velas. El príncipe cogió el anillo que iba a dar a la mujer elegida para ser su esposa, agarro a “abrigo de lana” por sus manos tiznadas y la miró fijamente a los ojos diciéndola:
-      Tú serás mi esposa. No importa quién seas ni de dónde vengas pero quiero que estés a mi lado el resto de mis días.
El rostro de Beatriz se iluminó entre las sombras, y ambos se fundieron en un beso.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

JUSTIFICACIÓN ADAPTACIONES DEL CUENTO:

La adaptación de “todo tipo de pieles” va dirigida a alumnos de sexto de Educación Primaria y a continuación se aclararán aspectos que han sido cambiados del cuento de tal manera que se ajusten fielmente al rango de edades al que va dirigida la historia.
Para que la adaptación del cuento maravilloso mantenga la esencia del mismo se ha respetado los papeles de los personajes, las acciones que tienen lugar y las funciones, componentes importantes del esquema morfológico de los cuentos maravillosos según Propp.
Se ha mantenido la estructura interna, los tres momentos claves del cuento: planteamiento, nudo y desenlace final. El motivo principal o la esencia del cuento permanecen a través de nuestra protagonista principal, la princesa Beatriz, una joven dama, hermana menor de la reina que huye de palacio para evitar el matrimonio. La fuga del reino de nuestra protagonista, las nuevas situaciones a las que debe enfrentarse, los retos que debe superar, así como  el tramo final del cuento donde se enamora y termina con un final feliz, suponen los principales motivos de nuestro cuento maravilloso.
En la adaptación se ha seguido con la trama inicial, el fallecimiento de la reina. El desarrollo cognoscitivo de los niños entre 11 y 12 años, según Piaget, pertenece a la etapa de operaciones concretas. Los niños en esta etapa presentan ideas conscientes sobre el concepto de muerte más próximo a la realidad que en edades inferiores, comprendiendo de manera más cercana la realidad (Sinuhe, 2006). De este modo se decidió mantener la idea original, pero con un cambio importante en cuanto a la relación familiar entre el rey y la princesa. En la adaptación no mantienen lazos sanguíneos que hagan ver el matrimonio entre ambos un tanto extraño en nuestra época y que muchos de nuestros alumnos no podrían entender.
Se ha mantenido la petición de regalos por parte de la princesa como parte simbólica del cuento, dándole un toque de fantasía que caracteriza a estas edades. Nuestros niños podrán dar rienda suelta a la imaginación a través de metáforas tan bonitas como: “dorado como el sol”, “plateado como la luna” y “brillante como las estrellas”. Suponen una parte importante del cuento que le otorga al mismo un toque especial como cuento maravilloso. 
Se ha cambiado una parte realmente importante, desde mi punto de vista, respecto al último regalo: “el vestido de pieles de todo tipo de animales del mundo”. Tal y como se nos contó el cuento, nuestro rey mandaba cazar todo tipo de animales para obtener sus pieles, sólo y expresamente para lucir la figura de la princesa y satisfacer sus deseos. Particularmente no podría pensar en una situación semejante. En estas edades, según el módulo docente nos indica, los niños sienten una especial atracción por la violencia y la sangre, y podría haberlo incluido en la adaptación, pero mi versión del cuento no lo incluirá por gustos personales. Por lo tanto, decidí cambiarlo por un abrigo de lana, una opción más conservadora del medio ambiente y respetuosa con los animales. Tampoco nuestro príncipe se encuentra a la princesa durante una cacería, he preferido optar por encontrársela entre la maleza mientras paseaba con sus perros.
Se ha intentado acentuar las aventuras por las que pasa la princesa, los diferentes retos que debe superar y destrezas que debe adquirir oculta en el bosque para no ser encontrada por el rey. Las aventuras son una parte muy importante en la etapa fantástica-realista en la que se encuentran nuestros alumnos a los que va dirigido el cuento (F. Cubells).
Quise mantener la intriga que supuso el baile en el cuento, los cambios de aspecto que “abrigo de lana” debe hacer para presentarse a la fiesta cada noche, recalcando el tipo de vestido que cada día elegía para el baile, dando rienda suelta a la imaginación de nuestros oyentes. Durante el baile reside una parte importante del cuento, la conquista del amor, uno de los temas favoritos, según Cubells, entre las niñas de estas edades.
Me pareció correcto el cambio de los detalles que la princesa dejaba en el bol del caldo para el príncipe. En la versión contada en clase los objetos eran heredados de la reina en una cadena de oro. En mi adaptación se utilizan igualmente símbolos pero me pareció correcto cambiarlos por otros objetos tales como botones, teniendo en cuenta que la princesa no es la hija de la reina, no los hereda y son más significativos para que el príncipe termine reconociendo su verdadera identidad.
El final del cuento sigue el esquema básico del cuento maravilloso, donde se describe el paso de la protagonista a la edad adulta casándose con el príncipe y creando un nuevo núcleo familiar. Un final feliz donde la protagonista tras demostrar sus capacidades elige su propio destino.
Se mantienen los arquetipos de los personajes, donde los príncipes son apuestos y las princesas son las más bellas y hermosas del reino. Se han incluido otra serie de valores en el personaje masculino del cual se enamora nuestra princesa: es bondadoso, alegre y se preocupa de los demás. La princesa es valiente, habilidosa y sabe cuidar de sí misma además de ser bella. La reina era hermosa por fuera y su personalidad también lo era.
Sin otro fin que entretener a nuestros niños con el cuento, espero haber realizado una adaptación correcta de “todo tipo de pieles”.

BIBLIOGRAFÍA:
EL DESARROLLO COGNOSCITIVO COMO DETERMINANTE DEL ORIGEN DEL CONCEPTO DE MUERTE. Procesos Psicológicos y Sociales. Sinuhe Ladrón de Guevara López. Universidad Veracruzana. Facultad de Psicología-Xalapa.Vol. 2 Año 2006 No. 1
Tabla módulo docente- Evolución de los intereses del niño en relación con la literatura (Francisco Cubells).