Érase una
vez, en un lugar muy lejano, un reino lleno de paz y armonía cuyos reyes vivían
dichosos y felices. El rey estaba plenamente enamorado de la reina ya que no
existía otra mujer más bella ni personalidad más hermosa que la suya. Pero esta
felicidad se vio truncada por la enfermedad de la joven reina y su rey quedó
sólo y desdichado con la muerte de su esposa. Triste y desolado el joven rey no
encontraba consuelo y pasaban los años sin querer conocer a mujer alguna. El
futuro del reino peligraba sin herederos y el rey sabía que debía volver a
casarse y tener descendencia, pero no había nadie tan bella y hermosa como lo
fue la reina y los recuerdos todavía perduraban en su memoria.
Pero un
buen día el rey observó la silueta de una joven en los jardines de palacio, era
tan bella como la reina. Apresurado el rey corrió a su encuentro y su sorpresa
fue mayúscula cuando se encontró con la hermana pequeña de su esposa, la princesa
Beatriz. Hacía muchos años que no la veía, ya era toda una mujer, y el rey quedó prendado con tanta belleza.
La visita
de la princesa devolvió al rey la alegría y la ilusión pensando en un futuro
próspero casándose con ella. La princesa no quiso oír hablar de matrimonio, se
casaría con un hombre al que amara y del que se enamorara, no con el que había
sido el esposo de su hermana. La princesa asustada por la decisión tomada por
el rey pensó en pedirle un regalo de compromiso, un regalo que le costara tanto
encontrar que nunca pudiera cumplir, evitando con ello el matrimonio:
- Quiero tres vestidos -dijo la
princesa-; Uno tan dorado como el sol, otro tan plateado como la luna y un
tercero tan brillante como las estrellas. Además si quieres que me case
contigo deberás traerme un abrigo confeccionado con lana de los animales más
bellos del mundo.
El rey
mandó a sus doncellas tejer los tres vestidos con sedas, brillantes y piedras
preciosas y mandó a sus siervos recorrer todos los reinos en busca de lana de
los animales más bellos del mundo. Pasaron los años y la princesa se alegraba
de que el rey todavía no tuviera listos sus regalos, pero un buen día el rey la
hizo llamar:
- Aquí tienes los regalos que pediste; un
vestido tan dorado como el sol, otro tan
plateado como la luna y un tercer vestido tan brillante como las estrellas. Y
por último Princesa…. ¡aquí está el abrigo que tanto deseabas!, un abrigo de
lana de los animales más bellos del mundo. Ahora nos podemos casar, mañana
anunciaremos nuestro compromiso.
Beatriz no
pensó jamás que el rey lo consiguiera y subió a sus aposentos desconsolada
pensando qué hacer para evitar el matrimonio. Cogió todos sus regalos, el
vestido tan dorado como el sol, el plateado como la luna y el brillante como
las estrellas. Se enfundó su abrigo elaborado con todas las lanas de los
animales más bellos del mundo y marchó del reino huyendo de su destino. Caminó
y caminó hasta el amanecer, se refugiaba por el día y durante la noche marchaba
cada vez más lejos escondiéndose de todos.
La princesa
aprendió a sobrevivir, se alimentaba de lo que el medio le proporcionaba,
dormía entre los árboles acurrucada entre la maleza, bebía del agua de la
lluvia y de los ríos, se hizo una verdadera experta en los sonidos del bosque y
de la noche. Aprendió de los animales y llegó a conocer las propiedades
curativas de las plantas. Su aspecto cambió considerablemente, el pelo
enmarañado, la suciedad de su piel, el cansancio y el abrigo de lana le hacía
parecer todo menos una mujer bella y hermosa como lo era antes.
Pero un
buen día, cuando el cansancio se apoderó de la princesa y se durmió
profundamente, un silbido la sorprendió en la madrugada y despertó acalorada
observada por un par de perros que la olisqueaban todo el cuerpo. Mientras una
voz a lo lejos decía:
- ¿Qué estáis oliendo?, ¿qué habéis
encontrado que tanto os llama la atención?,
¿quizás un animalillo herido?
- ¡Dejadme! -dijo la princesa-, sólo
quiero estar sola, ¡volved con vuestro dueño!
El príncipe
Carlos apareció entre la maleza detrás de sus perros de compañía con los que
salía a caminar cada mañana. Se acercó lentamente y no dio crédito de lo que
estaba viendo, un ser indefenso, con un abrigo de lana muy particular y que
hablaba como una muchacha. El príncipe hizo que sus acompañantes se encargaran
de ella, que recogieran sus cosas y la llevaran a palacio.
Beatriz
agradecida por la acogida del príncipe se dedicó a sus labores asignadas como
ayudante de cocina, siempre con su abrigo de lana para intentar pasar
desapercibida, con las manos y las mejillas tiznadas de carbón de la leña de
los fogones disimulando su belleza aún patente bajo su abrigo. Ella no quiso
dar su identidad por miedo a ser devuelta a su reino y tener que casarse con el
rey, así que todos la llamaron “abrigo de lana”.
“Abrigo de
lana” preparaba el caldo del príncipe cada noche y se lo subía a sus aposentos.
Entre la penumbra a la luz de las velas le observaba, y pensaba que era un
hombre muy atractivo, apuesto y bondadoso que jamás repararía en ella como
mujer. Pasaban los días y el interés hacia el príncipe aumentaba, veía cómo se preocupaba por sus trabajadores,
cómo sonreía, cómo cuidaba a los suyos, siempre tan galante que robó el corazón
de la princesa.
Un buen día
el príncipe organizó una fiesta, tres días de baile, con objeto de conocer a
todas las damas del reino para encontrar una mujer con la que poder casarse,
formar una familia y dotar al reino de un futuro heredero al trono. “Abrigo de
lana” pidió al cocinero poder acudir al baile, en un principio se negó, pero
era tanto el cariño que la tenía que no pudo decir que no. Pensó que de cualquier modo pasaría desapercibida
entre tanta dama.
- Lo único que te pido es que estés en
las cocinas a tiempo para hacerle el caldo al príncipe. -dijo el cocinero-.
- Por supuesto, muchas gracias, no te
fallaré-dijo “abrigo de lana”-.
Esa misma
noche “abrigo de lana” se aseó, se arregló su pelo y se vistió con uno de los
vestidos que el rey le regaló como regalo de compromiso, el vestido tan dorado
como el sol. Se presentó en el baile y el príncipe al verla cayó prendado de su
belleza, pidió bailar con ella y pasaron casi toda la noche juntos. Cuando se
acercó la hora de preparar el caldo “abrigo de lana” marchó dejando al príncipe
con la duda y el misterio de su verdadera identidad. Se cambió rápidamente y
bajó a las cocinas tiznándose la cara y las manos. Preparó el caldo al príncipe
y “abrigo de lana” dejó caer en el bol un botón de su peculiar abrigo. El
príncipe se tomó su caldo y en la última cucharada observó un botón. No reparó
en él, pensó que había sido un despiste del cocinero y centró sus pensamientos
en la bella dama de la fiesta.
Al día
siguiente “abrigo de lana” volvió a vestirse, esta vez con el vestido tan
plateado como la luna, se peinó y arregló como nunca lo había hecho antes. En
el baile causó sensación y el príncipe quiso estar más tiempo con ella. Todos
los presentes cuchicheaban:
- ¿Quién será esa bella mujer que tiene a
nuestro príncipe encandilado? No parece ser de la casa de los Austrias ni de
los Borbones- decían las damas del reino.
Como el día
anterior “abrigo de lana” se disculpó ante el príncipe y marchó dejándole de
nuevo con la intriga de sus orígenes.
Preparó el caldo y dejó caer el segundo botón de su abrigo. Subió a los
aposentos del príncipe y esperó, como todas las noches, a que se terminara el
caldo. Cuando estaba a punto de dar el último sorbo, el príncipe encontró de
nuevo un botón. Esta vez sí que se sorprendió:
- ¡Otra vez un botón!, ¿sabes tú algo de
esto, “abrigo de lana”? Tendré que hablar seriamente con el cocinero- dijo
el príncipe- . Mañana le haré llamar y me tendrá que dar una explicación.
Al día
siguiente, con los nervios del baile, al príncipe se le olvidó hablar con el
cocinero y estuvo todo el día supervisando la organización de la fiesta. Al
atardecer, “abrigo de lana” se volvió a preparar para el baile, esta vez se
vistió con el vestido tan brillante como las estrellas.
De nuevo
bailaron y bailaron toda la noche pero la princesa no le decía, por miedo a ser
devuelta con el rey, quién era y de dónde venía. El príncipe pensaba que esta
vez no podía tener ninguna excusa para abandonarle en la fiesta, estaban tan a
gusto juntos que no querían separarse el uno del otro. Aprovechando un momento
en el que el príncipe saludaba a sus invitados, “abrigo de lana” salió de la
fiesta y se cambió de ropa tiznándose manos y cara de nuevo.
Se había
retrasado mucho y llegaba tarde a la cocina, pero le dio tiempo a preparar el
caldo, esta vez dejó caer el último botón de su abrigo. Cuando el príncipe
observó a “abrigo de lana” en la puerta de sus aposentos reparó en que esta vez
el abrigo dejaba entrever su figura. Con el bol entre sus manos vio un botón en
su interior, un tercer botón. Su corazón palpitaba más rápido y fuerte que
nunca. Miró fijamente a la chiquilla que había estado con él cada noche en la
penumbra y fue ese momento en el que supo quién era realmente. Se acercó
lentamente hacia ella mientras “abrigo
de lana” intentaba no ser vista por la luz de las velas. El príncipe cogió el
anillo que iba a dar a la mujer elegida para ser su esposa, agarro a “abrigo de
lana” por sus manos tiznadas y la miró fijamente a los ojos diciéndola:
- Tú serás mi esposa. No importa quién
seas ni de dónde vengas pero quiero que estés a mi lado el resto de mis días.
El rostro
de Beatriz se iluminó entre las sombras, y ambos se fundieron en un beso.
Y colorín
colorado este cuento se ha acabado.
JUSTIFICACIÓN ADAPTACIONES DEL CUENTO:
La
adaptación de “todo tipo de pieles” va dirigida a alumnos de sexto de Educación
Primaria y a continuación se aclararán aspectos que han sido cambiados del
cuento de tal manera que se ajusten fielmente al rango de edades al que va
dirigida la historia.
Para que la
adaptación del cuento maravilloso mantenga la esencia del mismo se ha
respetado los papeles de los personajes, las acciones que tienen lugar y las
funciones, componentes importantes del esquema morfológico de los cuentos
maravillosos según Propp.
Se ha
mantenido la estructura interna, los tres
momentos claves del cuento: planteamiento, nudo y desenlace final. El motivo
principal o la esencia del cuento permanecen a través de nuestra
protagonista principal, la princesa Beatriz, una joven dama, hermana menor de
la reina que huye de palacio para evitar el matrimonio. La fuga del reino de
nuestra protagonista, las nuevas situaciones a las que debe enfrentarse, los
retos que debe superar, así como el
tramo final del cuento donde se enamora y termina con un final feliz, suponen
los principales motivos de nuestro cuento maravilloso.
En la
adaptación se ha seguido con la trama inicial, el fallecimiento de la
reina. El desarrollo cognoscitivo de los niños entre 11 y 12 años, según
Piaget, pertenece a la etapa de operaciones concretas. Los niños en esta etapa
presentan ideas conscientes sobre el concepto de muerte más próximo a la
realidad que en edades inferiores, comprendiendo de manera más cercana la
realidad (Sinuhe, 2006). De este modo se decidió mantener la idea original,
pero con un cambio importante en cuanto a la relación familiar entre el rey
y la princesa. En la adaptación no mantienen lazos sanguíneos que hagan ver
el matrimonio entre ambos un tanto extraño en nuestra época y que muchos de
nuestros alumnos no podrían entender.
Se ha mantenido
la petición de regalos por parte de la
princesa como parte simbólica del cuento, dándole un toque de fantasía que
caracteriza a estas edades. Nuestros niños podrán dar rienda suelta a la
imaginación a través de metáforas tan bonitas como: “dorado como el sol”,
“plateado como la luna” y “brillante como las estrellas”. Suponen una parte
importante del cuento que le otorga al mismo un toque especial como cuento
maravilloso.
Se ha
cambiado una parte realmente importante, desde mi punto de vista, respecto al
último regalo: “el vestido de pieles de todo tipo de animales del mundo”. Tal y
como se nos contó el cuento, nuestro rey mandaba cazar todo tipo de animales
para obtener sus pieles, sólo y expresamente para lucir la figura de la
princesa y satisfacer sus deseos. Particularmente no podría pensar en una
situación semejante. En estas edades, según el módulo docente nos indica, los
niños sienten una especial atracción por la violencia y la sangre, y podría
haberlo incluido en la adaptación, pero mi versión del cuento no lo incluirá
por gustos personales. Por lo tanto, decidí cambiarlo por un abrigo de lana,
una opción más conservadora del medio ambiente y respetuosa con los animales.
Tampoco nuestro príncipe se encuentra a la princesa durante una cacería, he preferido
optar por encontrársela entre la maleza mientras paseaba con sus perros.
Se ha
intentado acentuar las aventuras por las que pasa la princesa, los
diferentes retos que debe superar y destrezas que debe adquirir oculta en el
bosque para no ser encontrada por el rey. Las aventuras son una parte muy
importante en la etapa fantástica-realista en la que se encuentran nuestros
alumnos a los que va dirigido el cuento (F. Cubells).
Quise mantener
la intriga que supuso el baile en el cuento, los cambios de aspecto que
“abrigo de lana” debe hacer para presentarse a la fiesta cada noche, recalcando
el tipo de vestido que cada día elegía para el baile, dando rienda suelta a la
imaginación de nuestros oyentes. Durante el baile reside una parte importante
del cuento, la conquista del amor, uno de los temas favoritos, según
Cubells, entre las niñas de estas edades.
Me pareció
correcto el cambio de los detalles que la princesa dejaba en el bol del caldo
para el príncipe. En la versión contada en clase los objetos eran heredados de
la reina en una cadena de oro. En mi adaptación se utilizan igualmente símbolos
pero me pareció correcto cambiarlos por otros objetos tales como botones,
teniendo en cuenta que la princesa no es la hija de la reina, no los hereda y
son más significativos para que el príncipe termine reconociendo su verdadera
identidad.
El final
del cuento sigue el esquema básico del cuento
maravilloso, donde se describe el paso de la protagonista a la edad adulta
casándose con el príncipe y creando un nuevo núcleo familiar. Un final feliz
donde la protagonista tras demostrar sus capacidades elige su propio destino.
Se
mantienen los arquetipos de los personajes, donde los príncipes son
apuestos y las princesas son las más bellas y hermosas del reino. Se han incluido
otra serie de valores en el personaje masculino del cual se enamora nuestra
princesa: es bondadoso, alegre y se preocupa de los demás. La princesa es
valiente, habilidosa y sabe cuidar de sí misma además de ser bella. La reina
era hermosa por fuera y su personalidad también lo era.
Sin otro
fin que entretener a nuestros niños con el cuento, espero haber realizado una
adaptación correcta de “todo tipo de pieles”.
BIBLIOGRAFÍA:
EL
DESARROLLO COGNOSCITIVO COMO DETERMINANTE DEL ORIGEN DEL CONCEPTO DE MUERTE.
Procesos Psicológicos y Sociales. Sinuhe Ladrón de Guevara López. Universidad
Veracruzana. Facultad de Psicología-Xalapa.Vol. 2 Año 2006 No. 1
Tabla módulo docente- Evolución de los
intereses del niño en relación con la literatura (Francisco Cubells).
¡Hola Marisa!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu adaptación, especialmente la sencillez y frescura que la caracterizan.
Mantienes la estructura interna, la esencia del cuento original y también los arquetipos de los personajes así como una de las características de los cuentos folclóricos como son la sencillez del vocabulario utilizado y la brevedad de las frases.
Has respetado la simbología y considero un acierto la sustitución de botones por colgantes ya que, como bien apuntas, al ser hermana y no hija de la reina, Beatriz no los hereda.
Modificar el tema del incesto me parece apropiado. Resulta un tema difícil de abordar con los chicos a pesar de que tu cuento vaya dirigido al último curso de la Educación Primaria.
El único apunte es que quizás podías haber arriesgado un poco y diferenciar más tu adaptación del cuento original pero puedo estar equivocada ya que es la primera vez que adapto un cuento y puedo haber sido yo la que se ha “tirado a la piscina”.
La justificación es perfecta y no sólo me baso en esta entrada para asegurar que tienes un don para argumentar y explicar los motivos que te llevan a escribir.
¡Buen trabajo Marisa!
Muy buen comentario, Marta. Me ha gustado mucho cómo valoras el trabajo de Marisa.
Eliminar¡Hola Marisa!
ResponderEliminarAfirmo lo que te ha comentado Marta. Tu forma de escribir, tu redacción es buenísima, me encanta y disfruto con todo lo que escribes.
A la hora de adaptar el cuento, como te dice Marta, no has arriesgado mucho, has sido muy "segurola".
Otro tema que traigo para nuestra reflexión es el siguiente. El tema del incesto, como el de los malos tratos, al igual que otros temas como el de la muerte no son de nuestro gusto y tampoco del de los niños. Sin embargo son realidades que pueden estar presentes en la vida de más niños de los que creemos (basta con leer informes de protección de menores sobre los abusos sexuales en casa). Al presentar casi siempre una vida dulzona, evitando los sufrimientos, ¿no estaremos mintiendo a los niños?. ¿No nos estaremos olvidando además de los niños que experimentan realidades incluso atroces? ¿En qué historias se pueden ver reflejados actualmente? Creo que en muchas ocasiones no ayudamos a los niños cuando siempre "escondemos"aquellas experiencias que consideramos que pueden ser traumáticas. Yo también he quitado el tema del incesto de mi adaptación pero me pregunto si estaremos haciendo bien. Como bien se dijo en clase, las realidades que expresan los cuentos folclóricos, en algunas épocas se vivían de forma natural. La muerte, el incesto, asesinatos,... se contaban con naturalidad a los niños porque también así se vivía, como experiencias que pueden suceder en la vida. En la nuestra son temas tabú y queremos marginarlos, que no molesten, sin tener en cuenta que en cualquier momento pueden llamar a la puerta. Y si llaman a la puerta, ¿qué contestaremos? .
Bueno, después de esta disertación pasemos al comentario. Marisa, tu adaptación "sin riesgos", a mi modo de entender es correcta aunque poco se diferencia de la expuesta en clase. Y repito lo dicho antes, tienes una forma de expresarte por escrito con la que disfruto. Espero más "mordiente" en próximos trabajos.
Fran
Bueno, bueno, bueno... esta bien que creemos polémica y generemos dudas. Veo que te encanta, Fran. :D
EliminarVoy a dar mi opinión:
El tema de la muerte, lo tengo claro: no debe ocultarse y debe trabajarse de forma normalizada desde educación infantil. Sí debemos evitar detalles morbosos que no son necesarios y agilizar las descripciones de los procesos, pero es algo con lo que convivimos todos de forma natural. Los niños saben que mueren sus mascotas (y más si son pollitos o hamsters) y que morimos las personas. El dolor que una muerte provoca no es motivo para ocultar a los pequeños la realidad de la vida.
El tema del incesto (y otros que son -gracias a Dios- excepcionales y constitutivos de delito, no me parecen adecuados para formar parte del argumento de un relato para niños de EP. No porque no crea que, si surge la necesidad, no debamos responder a las dudas y a las cuestiones de los alumnos, sino porque no creo que tenga que ser el maestro quien genere el interés por el tema a través del relato de un cuento literario.
Los niños de 5º y 6º están en una edad muy delicada y algunos (sobre todo alguna) puede empezar a ver y a preocuparse por su relación con su propio padre. Teniendo en cuenta que ya suelen saber qué son las relaciones sexuales y que aún tienen una imaginación desbordante, podemos encontrarnos con más de un problema.
En conclusión, creo que es un tema para tratar en otro contexto y creo que todos los que habéis modificado ese punto de la historia, lo habéis entendido perfectamente.
Por lo demás, un gran comentario, Fran.
Gracias a los dos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEs verdad que no me he arriesgado incorporando grandes aspectos, podría haber sido más creativa con la adaptación pero temía alejarme de la esencia del cuento original. Aun así me siento orgullosa sabiendo que he conseguido entreteneros y que disfrutarais de la lectura.
Es verdad Fran que podríamos debatir estos aspectos que cuestionas, quizás podríamos plantearlos en el aula, sería interesante conocer la opinión de Irune y los demás compañeros.
Nos vemos en clase compañeros, gracias de nuevo.
Una preciosa adaptación, Marisa. ¡Qué bonito escribes! :) Es cierto que tu adaptación no es la más original del grupo, pero también lo es que has respetado lo que se pedía y has realizado un trabajo excelente. Perfecto.
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